Hoy nuestro destino es Benalmádena, una preciosa localidad malagueña ubicada en plena Costa del Sol.
Benalmádena se sitúa entre Torremolinos y Mijas. Es un típico pueblo andaluz de casas blancas decoradas con macetas y calles estrechas y empinadas. Este municipio se "divide" en tres zonas diferentes entre sí. Por un lado está Benalmádena Pueblo, en las laderas de la sierra. Luego tenemos Arroyo de la Miel, una zona residencial y comercial con muchas opciones de alojamiento y restaurantes. Y por último Benalmádena Costa, aquí se encuentra el puerto, acompañado de una gran oferta hostelera y gastronómica, centros comerciales y discotecas.
Benalmádena tiene todos los ingredientes necesarios para pasar unas vacaciones de lujo: un buen clima, buenas playas y multitud de servicios, sin embargo, también cuenta con muchos lugares interesantes que invitan a visitar la localidad en cualquier época del año. Eso es precisamente lo que vamos a hacer hoy, perdernos por sus callejuelas y visitar algunos de sus lugares más destacados.
La Plaza de España está en el corazón del casco antiguo de Benalmádena y justo en medio de la plaza hay una rotonda con una estatua conocida como "La niña de Benalmádena". Es la imagen de una niña con una concha en la mano que se ha convertido en un símbolo de la localidad. Representa la amistad y confraternidad con los visitantes que llegan a Benalmádena.
Ahora nos dirigimos a los Jardines del Muro. En la antigüedad allí había una fortaleza que hoy en día se ha convertido en un precioso mirador natural, diseñado por el artista César Manrique. Su encanto radica en la bonitas vistas que ofrece del municipio y la zona costera.
En el centro de estos jardines encontramos la Iglesia de Santo Domingo, el templo más antiguo de la localidad, fue construido en el siglo XVII.
El acceso a los jardines y a la plaza donde se encuentra la iglesia puede hacerse caminando desde la parte baja de Benalmádena, o bien, utilizando el ascensor gratuito que hay en el aparcamiento del área de El Chorrillo.
Seguidamente nos dirigimos al que sin duda es uno de los monumentos más importantes y visitados de este bonito pueblo andaluz, el Castillo de Colomares.
En realidad no es un castillo, es más un monumento en homenaje a Colón y el descubrimiento de América. Su creador fue Esteban Martín y Martín que, con la ayuda de dos obreros de Mijas, levantaron el monumento entre los años 1987 y 1994. Su diseño reúne una gran cantidad de estilos, destacando elementos renacentístas, mudéjares y góticos. Toda una obra de arte que no os podéis perder. La entrada es de 3€ para adultos y 2€ para los niños.
Y para terminar el día nada mejor que darse un bañito en algunas de sus preciosas playas y comer en algún chiringuito.
De entre sus playas nosotros elegimos la Playa de Bil-Bil y, antes de bajar a la arena, pasamos a visitar el Castillo de Bil-Bil. Este castillo fue residencia privada de una acaudalada familia francesa en los años 30. El edificio fue pasando por diferentes manos hasta que el Ayuntamiento lo compró y lo convirtió en espacio artístico. Se encuentra en lo alto de un promontorio, mirando hacia África. Su fachada está pintada de rojo y decorada con azulejos. La visita a su interior es gratuita.
Y ahora sí, nos vamos a la playa...
Aquí termina nuestra visita de un día a Benalmádena. Aún hay muchas más cosas que ver en esta preciosa localidad, que nosotros ya habíamos tenido ocasión de ver en otras visitas, como el Mariposario, Selvo Marina, Puerto Marina, Tívoli World, el Teleferico de Benalmádena o el Parque de La Paloma.
