jueves, 24 de marzo de 2022

La Puerta de Elvira, Granada

 


El pasado islámico de Granada es muy importante en muchos rincones de la ciudad. A la Alhambra se le unen otros muchos monumentos que nos muestran su importante legado histórico. La Puerta de Elvira es uno de ellos.
La Puerta de Elvira, conocida como Bab-Ilvira en la antigüedad, toma su nombre de la Medina de Elvira, lugar al que llevaba el camino que salía de aquí. Esta medina era la capital de la antigua cora de Elvira, una de las jurisdicciones territoriales de Al-Ándalus durante el emirato y el califato de Córdoba, justo antes de que se creara el reino de Granada.




Con la fundación de Granada, en el siglo XI, los sultanes ziríes alzaron esta puerta y la integraron en una muralla unida por el este con la Puerta Monaita y por el suroeste con la Puerta del Sulfuro de Antimonio, conocida como Arco de las Tinajas. Pero fue durante la Granada nazarí, en el siglo XIV, cuando se le hacen las principales modificaciones. En ese momento se refuerza esa zona de la ciudad construyendo cuatro torres, tres barbacanas y dos puertas. También se construye un nuevo lado exterior del arco, aportándole un carácter más monumental, como al resto de puertas de entrada a la ciudad.




En el siglo XIX, durante la ocupación napoleónica la puerta también sufrió modificaciones, pierde su patio y sus arcos interiores, quedando con un aspecto similar al actual.
La Puerta de Elvira ha llegado en muy buen estado hasta nuestros días, a diferencia de otras puertas de la ciudad. Se conserva el arco de herradura exterior, además de las dos torres que lo flanquean, con sus almenas. También se han conservado algunas bases y muros perimetrales.






domingo, 13 de marzo de 2022

Alatoz y Carcelén

 



Hoy os voy a hablar un poco de Alatoz, el pueblecito en el que estuvimos parando en nuestra estancia por tierras albaceteñas.
Alatoz es un pequeño municipio de la provincia de Albacete, su antiguo nombre era La Toz y pertenecía al Estado de Jorquera y a su vez al marquesado de Villena. Hasta que se creó la provincia de Albacete en 1833, Alatoz perteneció al Partido de Cuenca y, por tanto, a la Corona de Castilla.






Su elemento más emblemático y destacado es la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, que fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1983 y que no pudimos visitar porque estaba cerrada, cosa que nos ocurrió también en otros de los pueblos que visitamos.






El pueblo también alberga uno de los caminos principales del Camino de Santiago, este tramo se conoce como Camino de Santiago de la Lana, que recorre la provincia de Albacete.





No muy lejos de Alatoz se encuentra Carcelén, esta pequeña población fue una aldea de Almansa hasta el 30 de Mayo de 1266, día en que Alfonso X el Sabio configuró el municipio de Jorquera y pasó a formar parte de su jurisdicción.




En Carcelén destacan su Castillo, la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol y la Ermita del Cristo de las Eras.




La iglesia, reformada a finales del siglo XVIII, es una sobria construcción neoclásica de planta rectangular con tres naves separadas por pilares cuadrados, que tampoco pudimos visitar.




El castillo-fortaleza de Carcelén, nombrado como Castillo del Conde de Casal, fue construido entre los siglos XIV y XV y está ubicado en el casco urbano del municipio. Se trata de un gran torreón de planta cuadrada rematado en sus cuatro esquinas por cuatro torreones. En el pasado fue utilizado como vivienda de un noble, como cárcel, aulario y Ayuntamiento. Actualmente aloja a la Biblioteca Municipal.




La Ermita del Cristo de las Eras, de estilo barroco, fue construida a finales del siglo XVII y su planta es de cruz latina. Dentro alberga un retablo del siglo XVIII y la imagen del Cristo de las Eras, pero también estaba cerrada.
Y hasta aquí nuestro recorrido por estas tierras, ya que un fin de semana no da para más.

miércoles, 9 de marzo de 2022

Jorquera, Albacete

 


Como ya os dije en la entrada anterior, otro de los pueblos que visitamos fue Jorquera. Este pueblo de la provincia de Albacete y muy cercano a Alcalá del Júcar, se ha construido sobre una atalaya de piedra quedando las casas al borde del acantilado sobre el meandro que se forma sobre el río Júcar.
Antes de entrar al pueblo tomamos la carretera AB-880 donde se encuentra un mirador desde el que se obtiene la mejor vista de Jorquera.



Después de disfrutar de las vistas, nos dirigimos al pueblo para conocerlo.
Lo primero que hicimos fue subir a lo más alto para ver los restos de su muralla almohade del siglo XII y que fue declarada Bien de Interés Cultural. En esta zona se conservan tres lienzos con remate de almenas y cuatro torres. La técnica empleada para su construcción fue la obra encofrada formalizada a través de tapiales. Estas murallas se construyeron en torno al castillo para defenderlo, ya que Jorquera tuvo una gran relevancia durante la época musulmana del siglo XII y estuvo inmerso en varias disputas con reyes como Alfonso VIII o Alfonso X el sabio. Hoy en día el castillo ya no existe y en su recinto se encuentra el cementerio municipal.










Después nos dirigimos hacía la calle Mayor para conocer la Iglesia Parroquial de la Asunción que se comenzó a construir en el año 1577, dato que se obtuvo por una inscripción que se encontró dentro del templo. Su construcción se inició con un estilo gótico pero se finalizó con elementos renacentistas. Una pena que no pudiéramos apreciar su interior porque estaba cerrada.








En la parte baja del pueblo se encuentra la Torre de Doña Blanca, una curiosa torre de planta pentagonal que data del siglo XV y de la que se dice que fue construida para defender la entrada del pueblo.




Y ya saliendo de Jorquera, junto a la ribera del río Júcar, se encuentra el Santuario de la Virgen de Cubas, patrona de Jorquera. Este santuario se caracteriza por tener una parte del templo excavada en la roca y una cúpula de perfil levantino. También estaba cerrado por lo que tampoco pudimos verlo. 




martes, 1 de marzo de 2022

Alcalá del Júcar



Sobre el meandro del río Júcar, en la provincia de Albacete se encuentra Alcalá del Júcar, que a pesar de su pequeño tamaño, forma parte de los pueblos más bonitos de España. Un puñado de casitas blancas enmarcadas en una colina y bajo la atenta mirada del viejo castillo.
Este pintoresco pueblecito de Castilla-La Mancha es de tal importancia que está declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1982 y además, el Ministerio de Cultura lo ha declarado como Bien de Interés Cultural.



Uno de sus principales atractivos es el Puente Romano, la imagen más representativa del pueblo. Su nombre no se debe a que fuera construido por los romanos, pues es bastante más moderno, sino a su tipo de arquitectura.
Junto a este puente se ha construido una pequeña isleta y una playa artificial, que permite a sus habitantes refrescarse en verano.






Cruzando el puente a la derecha comienza la Ruta del Agua, un sendero que bordea el pueblo y que va pegado a un canal de agua turquesa.








También cruzando el Puente Romano, nos adentramos en el casco antiguo del pueblo con sus pintorescas calles cuesta arriba. En este paseo lo primero que encontramos el la Iglesia de San Andrés, que fue construida en el siglo XV y ampliada en el siglo XVIII. Llama la atención la altura de su torre y el color verde del revestimiento de su cúpula.









Si seguimos subiendo encontramos el Museo del Cine, una pequeña exposición de elementos cinematográficos en el edificio que antiguamente fue el cine del pueblo. Cuando nosotros fuimos estaba cerrado, pero según creo la entrada está incluida con la de la Cueva del Diablo.




Porque Alcalá del Júcar está lleno de casas cueva y cuevas excavadas en la montaña que se pueden visitar. Las cuevas más conocidas son la Cueva del Diablo y Garadén y la Cueva de Masagó. Nosotros solo entramos a la primera y la verdad es que nos gustó. Esta cueva pertenece a Juan el Diablo, un vecino del pueblo que es todo un personaje con su aspecto de Dalí debido a su bigote infinito. 
La cueva alberga una exposición de objetos antiguos y es tan grande que se entra por un lado del pueblo y se sale por el otro, por la parte más alta del pueblo casi al lado del castillo.
La entrada cuesta 3 euros con un refresco incluido, que podemos tomarnos en un pequeño bar que hay en su interior.












La Cueva del Diablo data de 1905 y fue excavada por una familia pudiente para tener a su ganado dentro de la cueva y para usarla como bodega. En su interior está comunicada por una escalera metálica a la Cueva de Garadén que está ubicada como tres calles más arriba y que es la más antigua de las dos. Se cree que fue construida en la época árabe y su función era bélica.






En la parte más alta del pueblo se encuentra el castillo de Alcalá del Júcar. Esta fortaleza es de origen musulmán y cuenta con un solo torreón con dos pequeñas torres. Su interior está totalmente vacío, ya que no se ha podido conservar ningún mueble. Pero aún así merece la pena visitarlo aunque solo sea por las vistas que tenemos desde allí.












Una de las cosas que vimos desde el castillo es la curiosa Plaza de Toros, que es única en España por su forma totalmente irregular.




Con la entrada del castillo también se puede visitar una casa cueva que a modo de centro de interpretación nos muestra como eran las casa típicas del valle del Júcar y la forma de vida que tenían sus habitantes siglos atrás.








A poca distancia de Alcalá del Júcar podemos encontrar algunas rutas de senderismo y más pueblos con encanto. Nosotros no pudimos hacer ninguna ruta porque el tiempo no acompañó mucho , pero si que visitamos los pueblos de Jorquera, Carcelén y Alatoz que era el pueblo donde parábamos.
Y ahora os dejo unas imágenes nocturnas de Alcalá del Júcar...










Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...