La mariposa revolotea
y arde -con el sol- a veces.
Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece...
Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece...
La mariposa revolotea,
revolotea,
y desaparece...
Pablo Neruda.
Hay que saber mirar para descubrir estas preciosas mariposas de otoño.
ResponderEliminarBuena vista amiga!
Un beso
http://czarownyswiat.blogspot.com.es/
yo por mucho que miro no la encuentro buaaaa, que chula es. Besitos
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