lunes, 8 de septiembre de 2025

Setenil de las Bodegas, Cádiz

 


Hoy os haré un recorrido por Setenil de las Bodegas, otro bonito pueblo de la serranía gaditana que forma parte de la "Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz".
Este pueblo tiene una singularidad, y es que buena parte de sus viviendas están construidas bajo un saliente de roca, que lo convierte en uno de los más originales y más bonitos pueblos que ver en España. Además su entramado urbano está declarado Conjunto histórico, es Destino Turístico Starlight, Mejor destino secreto de Europa en 2019, el Pueblo con más encanto de Andalucía por Andalucía Típica o uno de los mejores del mundo para una escapada romántica según European Best Destinación en 2022. Gran parte de su belleza se da porque el Tajo del río Trejo se ha abierto paso entre las rocas y a día de hoy está ocupado por sus famosas casas cueva.
Setenil se encuentra a solo veinte minutos de Ronda, a hora y cuarto de Málaga y a una hora y media, aproximadamente, de Cádiz
Al llegar lo mejor es dejar el coche en el parking que hay a la entrada y recorrer el pueblo andando. Eso sí, de las cuestas no os vais a olvidar porque tiene unas cuantas. 



Empezamos el recorrido por la Calle Calcetas, que es la que nos encontramos nada más salir del parking. Una vez subais esta cuesta y atraveséis un arco llegareis a la Plaza de Andalucía, una de las más bonitas de Setenil. 



A salir de la plaza veréis la Calle Cuevas de la Sombra, una de las más representativas del pueblo, que se caracteriza por estar cubierta por una gran roca suspendida entre dos hileras de casas, que no dejan pasar ningún rayo de sol, de ahí su nombre. En esta calle encontraréis varias tiendas de souvenirs, establecimientos de alimentación, restaurantes y varias pastelerías artesanas.



Atravesando dos pequeños puentes, se accede a otra de las calles más importantes que ver en Setenil de las Bodegas, la Calle Cuevas del Sol. La característica principal de esta calle es que sus casas se encuentran excavadas en la montaña y al contrario que en su calle hermana la de Cuevas de la Sombra, esta recibe la luz del sol durante la mayor parte del día. Aquí también encontraréis un montón de  bares y restaurantes para comer o tapear. 



Pero estas no son las únicas calles con casas cueva, hay otras como la Calle Herrería, la Calle Jabonería o la anteriormente mencionada Calle Calcetas entre otras.
Avanzando por la calle Cuevas del Sol os encontraréis unas escaleras que os llevarán hasta el Mirador del Carmen o Mirador del Mar Océano. Aquí está el cartel con las letras de Setenil y podéis disfrutar de unas preciosas vistas del pueblo con sus casas blancas, destacando la Torre del Homenaje, la Muralla y la Iglesia de la Encarnación. 



Paseando por la Calle Cuevas de la Sombra, continuando por la Calle Redondo y tras subir una insufrible cuesta, volvemos a la Plaza de Andalucía. Muy cerca, en la Calle Villa, se encuentran la Oficina de Turismo y el Ayuntamiento. Al final de la calle, en una plaza mirador, está la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, una de las más bonitas de Setenil. Fue construida sobre una antigua mezquita en estilo tardo gótico entre los siglos XV y XVII. 





Sobre la mitad de esta misma calle, encontraréis las escaleras de los Jardines Manuel Galán, que os conducirán hasta el Mirador El Lizón que se encuentra a los pies de la Torre del Homenaje



Este torreón es el único vestigio que queda del antiguo alcázar almohade de los siglos XII y XIII. En su interior podéis ver distintas exposiciones itinerantes y desde su azotea obtendréis unas bonitas vistas del pueblo e incluso podéis ver la vecina Olvera


A los pies de la torre está El Aljibe, otro de los testimonios del antiguo alcázar, que se utilizaba para almacenar el agua de lluvia y abastecer a la fortaleza durante la Edad Media. 
Y hasta aquí nuestro recorrido por Setenil de las Bodegas, espero que os haya gustado y os animéis a visitarlo si aún no lo conocéis. 
¡Hasta la próxima!





jueves, 4 de septiembre de 2025

Olvera, uno de los pueblos blancos de Cádiz

 

De entre todas las rutas turísticas que podemos hacer por Andalucía, una de las más bonitas es la llamada Ruta de los Pueblos Blancos, pequeños municipios de la Sierra de Cádiz que parecen sacados de una postal. Localidades suspendidas en laderas de montañas que enamoran a primera vista. 
Son 19 los pueblos que forman esta ruta:
Algar, Algodonales, Arcos de la Frontera, Benaocaz, Benamahoma, Bornos, El Bosque, El Gastor, Espera, Grazalema, Olvera, Prado del Rey, Puerto Serrano, Ubique, Setenil de las Bodegas, Torre Alháquime, Villaluenga del Rosario, Villamartín y Zahara de la Sierra.
Mi entrada anterior estaba dedicada a Arcos de la Frontera y en esta os mostraré los lugares más importantes que visitar en Olvera
Este pueblo de origen musulman fue reconquistado por Alfonso XI en 1327 incorporándolo al reino de Castilla. Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1983 y cuenta con varios monumentos civiles y religiosos de gran valor artístico y arquitectónico.


Vamos a comenzar nuestro recorrido en la Plaza del Ayuntamiento. Desde aquí podemos comtemplar la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación sobresaliendo por detrás del Ayuntamiento. 


Atravesamos el arco que da acceso a la plaza y salimos a la Calle Llana, cuya prolongación, la cuesta de la Calle Calzada, quizá sea la imagen más fotografiada del pueblo, con las macetas colgadas en la pared y la imagen de la Iglesia de la Encarnación al fondo. 


La Calle Calzada nos llevará hasta la Plaza de la Iglesia donde también se encuentran la Oficina de Turismo, el cementerio, La Cilla, un letrero grande con el nombre del pueblo y el Castillo Árabe.





La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación fue construida a finales del siglo XVIII por encargo de los Duques de Osuna. Es de estilo neoclásico y destaca por sus dos torres gemelas.



La Cilla toma su nombre por servir de "Cilla" o granero en tiempos de los duques. También fue usado como cárcel de mujeres. Actualmente alberga el Museo la Frontera y los Castillos, un centro cultural y la Oficina de Turismo de Olvera. 


Al acceder al edificio de la Cilla nos encontramos un patio que se cierra con un torreón de la antigua muralla y en el que se conservan un pozo y dos palmeras. 
Desde esta plaza también se accede al Castillo Árabe, situado sobre una roca a 623 metros sobre el nivel del mar. 



La fortaleza fue construida a finales del siglo XII, formando parte del sistema defensivo del reino nazarí de Granada. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. Entramos por un patio con una fuente y tenemos que subir unas escaleras hasta llegar a la fortaleza, donde se pueden visitar las dos plantas de la torre del homenaje, parte de la muralla y el aljibe. 


Tras esta visita os recomiendo perderos por las calles del Barrio de la Villa, ubicado a los pies del castillo y la Plaza de la Iglesia. Pasear por sus callejuelas con las casas blancas típicas andaluzas y las flores que decoran sus fachadas, merece la pena. 



Después de visitar este barrio tomamos la Calle Llana, la principal del pueblo, que nos llevará hasta la Plaza de Andalucía. Aquí se encuentra el acceso al Peñón del Sagrado Corazón que está coronado por una estatua de 8 metros del Sagrado Corazón de Jesús. 




Y ya para terminar la lista de las cosas más importantes que ver en Olvera, visitamos el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios.


Este templo está situado a dos kilómetros de la localidad y en él se venera a la Virgen de los Remedios, patrona de Olvera. Fue construido en el siglo XVI, siendo hoy en día uno de los lugares con más devoción de la provincia de Cádiz. 


Hasta aquí nuestra visita a Olvera, la próxima será a Setenil de las Bodegas, otro de los Pueblos Blancos de Cádiz. 



sábado, 30 de agosto de 2025

Arcos de la Frontera, Cádiz

 


Hoy nos vamos a Arcos de la Frontera, una de las joyas de la llamada Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz. Es el municipio más poblado y extenso de la comarca de Sierra de Cádiz. Su conjunto urbano, especialmente su centro histórico, está emplazado en un espolón rocoso, cortado de forma abrupta en dos de sus lados (denominados la Peña Vieja y la Peña Nueva), a la derecha del cual discurre un amplio meandro que forma el río Guadalete.
Esta lista de los mejores lugares que ver en Arcos de la Frontera os ayudará a no perderos nada, aprovechando el tiempo al máximo. 
Nuestro punto de partida ha sido la Calle Corredera, donde estaba nuestro alojamiento, una de las arterias principales de la localidad que nos conducirá al casco histórico. Paseando por esta calle lo primero que nos encontramos es una escultura de tres nazarenos llevando una cruz, que conmemora la Semana Santa de Arcos.


Subiendo la Cuesta de Belén encontramos la Oficina de Turismo de Arcos donde os darán toda la información que necesitéis para vuestra visita. Seguimos nuestro paseo y nos topamos con el Callejón de las Monjas, flanqueado a un lado por la pared posterior de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción y al otro por la fachada del Convento de la Encarnación y varios palacios nobiliarios. Lo más destacado de este callejón son los tres arcos que lo cruzan por arriba. 



Subiendo las escaleras que hay justo antes nos encontramos una de las fachadas de la Basílica,  y llegamos hasta la Plaza del Cabildo, situada justo en el corazón del bonito casco histórico de la localidad. Aquí se encuentran el Ayuntamiento, detrás de este el Castillo Ducal, enfrente el Parador de Turismo, a un  lado la Basílica Menor y al otro el Balcón de la Peña Nueva. Un mirador sobre una roca cortada a casi 100 metros de altura, con unas increíbles vistas que no pudimos disfrutar porque estaban restaurándolo.


La Basílica Menor de Santa María de la Asunción fue levantada sobre los restos de una mezquita árabe y es el templo más antiguo e importante de Arcos de la Frontera. Fue levantada en estilo mudéjar, pero durante varios siglos ha sufrido grandes reformas que la han convertido en una iglesia, donde se mezclan elementos renacentístas y barrocos, destacando su portada de estilo gótico plateresco y la torre del campanario de estilo neoclásico. 



El Castillo Ducal fue alcázar militar durante la época musulmana y residencia de los Duques de Arcos, después de la reconquista. Construido en el siglo XI, esta fortaleza sufrió una remodelacion que la convirtió en un castillo medieval de planta cuadrangular, con cuatro torres almenadas en sus esquinas, aunque aún conserva un gran arco de herradura y un lienzo de muralla de su época nazarí. En la actualidad el castillo es de propiedad privada y no se permite el acceso, por lo que solo se puede ver desde el exterior. 



Si salimos de la plaza por el lado contrario al que entramos y cogemos la calle Escribanos, llegamos a la Plaza Boticas. Esta plaza está presidida por el Convento de las Mercedarias Descalzas, el único de clausura que queda en el pueblo y que es famoso por sus dulces. Otros edificios de este coqueto espacio son el Teatro Olivares Veas y el Templo inconcluso de los Jesuitas, reconvertido en Mercado de Abastos. 



Seguimos nuestro paseo por las calles Boticas y Luna que forman parte de la antigua judería y nos topamos con el Palacio del Mayorazgo, un edificio construido en el siglo XVII. Llaman la atención su fachada de estilo herreriano y su gran escudo de armas. En su interior hay dos patios con columnas, varios salones y un bonito jardín andalusí. Hoy en día alberga la Pinacoteca Municipal y se realizan exposiciones de arte y pintura. 




Otro de los lugares imprescindibles que ver en Arcos de la Frontera es la Iglesia de San Pedro. Este templo es del siglo XVI y destaca por su torre-fachada de estilo barroco que es la única vista que tendremos de él a pesar de tener seis capillas laterales, tres a cada lado. En su interior destacan el retablo mayor y un coro de estilo barroco del siglo XVIII. 


Al salir de la iglesia tomamos la Calle Abades y llegamos hasta un arco de medio punto con un azulejo donde se lee "Bésame en este arco".


Cruzándolo accedemos al Mirador de Abades. Desde este amplio y cuidado balcón tenemos unas fantásticas vistas de la parte baja del pueblo, el río Guadalete y de los Parques Naturales de Sierra de Grazalema y los Alcornocales. Además cuenta con un banco con la inscripción "un banco que inspira" donde podemos hacernos unas fotos, por lo que es uno de los miradores más populares. 


En las afueras del pueblo hay otro mirador que no debéis perderos, el Mirador de los Cabezuelos. Tiene otro banco similar al del Mirador de Abades y un letrero de Arcos con letras enormes. Desde aquí hay unas preciosas vistas del puente sobre el río, las casas blancas y la iglesia en lo alto del acantilado. 



Otra visita totalmente recomendable si vais a Arcos en verano es la de su Playa. Si, si, habéis leído bien. Comenzó siendo un lugar para practicar piragüismo en un lago y, a día de hoy, se ha convertido en la Playa de Arcos con 550 metros de longitud. Se encuentra junto al Club Nautico, está rodeada de naturaleza y cuenta con servicios de parking, socorristas, duchas y hasta un restaurante con terraza. 



Bueno, pues estas son algunas de las cosas más importantes que ver en Arcos de la Frontera. Pero hay muchas otras, fachadas palaciegas, iglesias menores, plazas y parques, calle con encanto...
Rincones preciosos que ir descubriendo mientras disfrutas de un paseo por este precioso pueblo blanco. 









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